
- ...tan bien... ¡que te fuiste a ese puto asado!
- Pero Roberto, vos sabías.
- ¿Y eso qué? Si yo sé que me vas a clavar un cuchillo; ¿entonces la herida no me duele?
- ¡Estás imposible!
- ¡Vos sos imposible!
-¿Que te pasa?
-Pasa que no te entiendo, estaba todo maravilloso, teníamos el mejor encuentro de nuestra vida y vos te tuviste que ir a ese puto asado. No entiendo...
¿tan importante era esa comida como para rifar todo lo conquistado?
- Pero Rober... el asado no me importaba para nada. Si vos me hubieses pedido, yo me habría quedado...
- ¿Si YO te hubiese pedido??
- Sí, ¿por qué no?
- ¿Tengo yo que pedirte ser más importante en tu vida que un estúpido almuerzo?
- ¿Tengo yo que adivinar qué es lo que vos necesitás para darte cuenta de que sos importante para mí?
- No sé, no sé, todo está podrido..