
No sé cuantas rosas te habrán regalado ya, pero tengo todavía la esperanza de saber, que de todas esas rosas que te dieron ninguna fue de papel.
Y te condena mi celoso corazón, cuando le contás tu historia, nunca conoció la gloria en cuestiones del amor.
Y sé que nunca se me va a olvidar tu voz, aunque pierda la memoria...
con acercarse a la victoria se conforma un perdedor.
Y te tendré que dejar escapar, sé que lo voy a lamentar, pero te digo, amor,hay que saber cuando parar.
No te pongas triste, corazón,que el sol no va a brillar, quedate tranquila que va a haber tiempo para bailar.
No sé cuantos ángeles te quieren ayudar, pero tengo la esperanza que ninguno va a poder desnudarte, no de cuerpo sino de alma,disfrutar ese placer.
Y la verdad no sé bien a qué tengo miedo,nunca fui mucho de apostar,una corazonada me dice que es hora de pagar.
Y lo peor es que estos días ando seco,no tengo un peso para dar, las lágrimas quiero guardarlas para mi juicio final.
Y cuando tu cigarro se consuma sin parar... siempre mi voz vas a escuchar,y ahí te vas a decir que hay que saber cuando parar. ((las.pastillas))